Aprovechando el tiempo libre que te dejan las vacaciones, me acerco a la Mariña lucense y descubro una ruta impresionante por tierras de Viveiro.
Me acompañan Manolo y Chma como imprescindibles guías siempre que voy a esta zona y los tres nos acercamos al río Landro para adentrarnos en el Souto da Retorta también conocido como eucaliptal de Chavín, un lugar majestuoso lleno de arboles típicos de la fraga atlántica como laureles, arces, alisos y robles, aunque lo que llama la atención son los impresionantes eucaliptos, alguno de mas de 100 años.
Seguimos nuestra ruta por la carretera a Mondoñedo hasta llegar a Fervenza do Pozo da Ferida, desde allí por San Pedro hasta Penas Agudas, para llegar a Penedo do Galo en la cima de la montaña.
Una vez arriba es el momento de descansar y apreciar las vistas. A lo lejos el puerto de Cillero, a un lado la playa de Covas , al otro la de Area y sobre todo al fondo el esplendor de la villa de Viveiro.
Retomado el aliento bajamos hacia San Roque y vamos pensando en recobrar fuerzas durante la comida.
Chema como buen anfitrión y experto gastronómico local nos lleva al restaurante A Fonte, donde dimos cuenta de un primer aperitivo antes de sentarnos ante mesa y mantel.
Este mesón de aspecto y diseño marinero ofrece una amplia carta, utilizando un menaje variado de artesanía popular, muy colorido y vistoso que da alegría a los platos.
Ya entrados en faena, dimos cuenta primero de un pulpo a la brasa que lo acompañan con patatas fritas y luego el mejor pez espada que he comido en mucho tiempo.
Me acompañan Manolo y Chma como imprescindibles guías siempre que voy a esta zona y los tres nos acercamos al río Landro para adentrarnos en el Souto da Retorta también conocido como eucaliptal de Chavín, un lugar majestuoso lleno de arboles típicos de la fraga atlántica como laureles, arces, alisos y robles, aunque lo que llama la atención son los impresionantes eucaliptos, alguno de mas de 100 años.
Seguimos nuestra ruta por la carretera a Mondoñedo hasta llegar a Fervenza do Pozo da Ferida, desde allí por San Pedro hasta Penas Agudas, para llegar a Penedo do Galo en la cima de la montaña.
Una vez arriba es el momento de descansar y apreciar las vistas. A lo lejos el puerto de Cillero, a un lado la playa de Covas , al otro la de Area y sobre todo al fondo el esplendor de la villa de Viveiro.
Retomado el aliento bajamos hacia San Roque y vamos pensando en recobrar fuerzas durante la comida.
Chema como buen anfitrión y experto gastronómico local nos lleva al restaurante A Fonte, donde dimos cuenta de un primer aperitivo antes de sentarnos ante mesa y mantel.
Este mesón de aspecto y diseño marinero ofrece una amplia carta, utilizando un menaje variado de artesanía popular, muy colorido y vistoso que da alegría a los platos.
Ya entrados en faena, dimos cuenta primero de un pulpo a la brasa que lo acompañan con patatas fritas y luego el mejor pez espada que he comido en mucho tiempo.
Puedo asegurar que las fuerzas fueron recuperadas.
