Estaba con mis sobrinos Anxo y Sofia, que como estoy de vacaciones me toca quedarme de canguro algunas muchas veces, y veo que Ana, su madre, les da de merendar pan con una pasta que aunque diferente, se me hace familiar. Al preguntarle que era me dice que es crema de avellanas hecha por ella y me explica como se prepara.
Cogemos un buen monton de avellanas peladas y las molemos, el molinillo del cafe sirve perfectamente notando casi al instante la nueva testura que adopta, la mezclamos con azucar o cualquier otro edulcorante, mantequilla, cacao al gusto, y sorpresa, lista para saborearla.
Cogemos un buen monton de avellanas peladas y las molemos, el molinillo del cafe sirve perfectamente notando casi al instante la nueva testura que adopta, la mezclamos con azucar o cualquier otro edulcorante, mantequilla, cacao al gusto, y sorpresa, lista para saborearla.
De igual manera podemos añadirle un poco de nata liquida si está muy expesa o sustituir las avellanas por cacahuetes, pistachos o almendras consiguiendo una crema igual de deliciosa pero en distintas versiones.
"Las cosas mas sencillas siempre suelen tener exito"