Quedo a comer con mi familia en Ourense y decidimos acercarnos al Asador de Roa. Sorpresa, nos lo habían cambiado de sitio, tuvimos que llamar por teléfono comentandonos que ahora están en la calle San Miguel, muy conocida en la ciudad por albergar varios de los restaurantes con mas solera de la ciudad, de hecho este asador se encuentra en uno de los mas antiguos, aunque nada tiene que ver con el original, pues la reforma ha sido integral, proporcionando un aspecto mas moderno y funcional, integrando un horno en el centro del restaurante y consiguiendo mayor luminosidad que antaño.
La carta es amplia y no digamos la de vinos. Cadito elige el vino, un Pagos de Galir de la Denominación de origen Valdeorras, para acompañar un cochinillo servido en su punto.
La carta es amplia y no digamos la de vinos. Cadito elige el vino, un Pagos de Galir de la Denominación de origen Valdeorras, para acompañar un cochinillo servido en su punto.
Bueno primero empezamos con unas ancas de rana en salsa de frambuesa, una delicia para mi sobrino Telmo, luego unas setas rellenas y gratinadas, y un revuelto de langostinos que Sandra casi no nos deja probar.
De postre, ¡No vayamos a quedar con hambre!, unas milhojas rellenas de nata y cubiertas por chocolate, que a mi ahijada Sara solo le falto relamer el plato.
Destacar al sumiller, elegante presentando el vino, y en general la atención fue muy agradable.
De fiesta, o porque sí, la comida siempre en familia.
De fiesta, o porque sí, la comida siempre en familia.
