domingo, 6 de diciembre de 2009

BODEGON O CARRETEIRO

Contando por un lado con Chema como director de orquesta y por otro con Chus y Manolo como nexo de unión, organizamos la despedida de nuestro amigo Alberto, acontecimiento repetido periódicamente ya que trabaja en un barco y se marcha con frecuencia.
Nos juntamos en el bodegón O Carreteiro, en La Coruña, un lugar a la antigua usanza, con toneles de vino, mesas de piedra y bancos de madera, incluso tiene un carro típico gallego dentro del bar. Podríamos describirlo como un lugar entrañable, con el suelo de cemento y la decoración revindicando los productos de la tierra, haciendo hincapié en las denominaciones de origen que abundan en Galicia. El vino siguen sirviéndolo en taza o cunca, y su dueño se empeño en que teníamos que probar de toda su bodega; en un momento habia no menos de seis botellas de vino distintas en la mesa.
El encargo para comer tenia como base el bacalao, una de las especialidades de la casa, y como entrante unas zamburiñas, unas anchoas de Cantabria con pimientos y algo de embutido.


El bacalao lo prepararon con una receta un poco inesperada intentando contrastar el punto de sal del pescado con el dulce de las pasas de Corinto, produciéndose una fina caramelización que tiene como elemento fundamental el horneado. El dueño del local no estaba muy convencido con el resultado, pues se aparta del sabor tradicional del bacalao, pero tengo que decir que es un plato que promete.

Cuando unos amigos se reunen para comer bacalao ...., ¡ da mucha sed!

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