Esta pequeña y acogedora bodega, de larga tradición familiar, se encuentra en el Ayuntamiento del Rosal, Pontevedra, en plenas Rías Baixas y a muy pocos kilómetros de Portugal.
Quinta de Couselo fue comprada en 1163, por los monjes cistercienses del convento de Santa María de Oia, que se dieron cuenta de la capacidad que tenían estas tierras del valle del Rosal para la producción del vino.
Quinta de Couselo fue comprada en 1163, por los monjes cistercienses del convento de Santa María de Oia, que se dieron cuenta de la capacidad que tenían estas tierras del valle del Rosal para la producción del vino.
Los viñedos desde el año 1898, pertenecen a la familia Vicente que continua con el sistema de emparrado tradicional gallego. Elaboran un rosal típico, compuesto por variedades viníferas autóctonas. El albariño, con un 70%, configura la personalidad de este vino, el loureiro o marqués, con un 20%, le aporta elegancia y finura, y el caiño blanco, el 10%, que lo realza y completa. Las uvas son cogidas por separado que una vez prensadas, pasan a una fermentación mediante un pie de cuba con levaduras autóctonas, controlando la temperatura entre 17º -18º c.
El resultado es un vino serio con todos los matices que se le pueden y deben exigir a un excelente Rías Baixas.
El resultado es un vino serio con todos los matices que se le pueden y deben exigir a un excelente Rías Baixas.
Pruébalo y estarás incorporando cultura, tradición y esa sensación placentera que proporcionan las cosas bien hechas.
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