Estando de visita en Viveiro, lugar precioso de la “mariña luguesa”, en el que se puede recorrer la mayor rotonda de Europa, me encuentro con una zona de tascas típicas al lado de otros locales de aspecto moderno, pero sin perder la esencia de lo que es este pueblo marinero.
Acompañado de un experto degustador de caldos gallegos como es Manolo y de Chema, ilustre hijo predilecto y pregonero mayor de esta villa, algo que si no está en los papeles si lo pude corroborar paseando a su lado por las calles de Viveiro, fuimos a comer, mas bien nos recomendó, guió e incluso acompañó, al restaurante Louzao en la playa de Area.
¿ Que paso aquí? Como no podía ser menos se sumó una tercera amiga, la satisfacción. Como quien no quiere la cosa empezamos a comer un marisquito, luego un rodaballo salvaje, bebimos un gran vino que nos recomendó la casa, y en un ambiente relajado y tranquilo nuestro paladar se rindió al ataque de este restaurante del que todo viveirense tiene no solo el deber, sino la obligación de presumir.
Os dejo una fotografía de Manolo, a la derecha Chema y detrás el restaurante Louzao.
Acompañado de un experto degustador de caldos gallegos como es Manolo y de Chema, ilustre hijo predilecto y pregonero mayor de esta villa, algo que si no está en los papeles si lo pude corroborar paseando a su lado por las calles de Viveiro, fuimos a comer, mas bien nos recomendó, guió e incluso acompañó, al restaurante Louzao en la playa de Area.
¿ Que paso aquí? Como no podía ser menos se sumó una tercera amiga, la satisfacción. Como quien no quiere la cosa empezamos a comer un marisquito, luego un rodaballo salvaje, bebimos un gran vino que nos recomendó la casa, y en un ambiente relajado y tranquilo nuestro paladar se rindió al ataque de este restaurante del que todo viveirense tiene no solo el deber, sino la obligación de presumir.
Os dejo una fotografía de Manolo, a la derecha Chema y detrás el restaurante Louzao.
1 comentario:
Hombre, con tantos guías y un catador de excepción como Telmo, no me extraña que hayas aprovechado a fondo la oportunidad. No conozco el sitio, pero tendré que ir.
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